23 nov 2016

Proyecto de Lectoescritura

Durante este año los alumnos de 3º grado pudieron disfrutar de lecturas de diferentes géneros literarios. También, llevaron a cabo actividades de escritura individual, grupal y mediatizada. Entre todos, mediante escritura mediatizada, escribieron este hermoso cuento.



El zorro y el pollito

 Había una vez un pollito muy simpático y confiado.Su mamá siempre le decía que nunca se acercara a los animales salvajes.
 El pollito respondía siempre que iba a  tener mucho cuidado pero un día se fue a jugar al bosque, y como tenía mucho apetito descuidó el camino que tomaba siempre y se perdió. 
En ese momento sintió muchísimo miedo porque estaba muy lejos de su hogar. Empezó a caminar y encontró una casita, golpeó y nadie le abrió.
Entonces decidió entrar sin saber que era la casa del zorro más malvado del bosque. Con mucha curiosidad empezó a observar cada rincón de la casa y por fin llegó a ese maravilloso lugar, la cocina, donde vio una enorme heladera llena de cosas ricas para comer.
 Mientras el pollito comía una exquisita torta de chocolate con frutillas y cerezas vio pasar al zorro por la ventana sabiendo que en cualquier momento podría entrar.
 Inmediatamente se escondió debajo de la mesa tapándose con el largo mantel. Cuando el zorro entró a su casa sintió un olor muy extraño y dijo:  - ¡Mmmmm! ¡Qué olor a pollo!- olfateó, olfateó y encontró al pollito debajo de la mesa de la cocina.
 El zorro muy enojado lo agarró: - ¿Quién te dejó entrar a mi casa? ¿Quién te dio permiso para comerte mi torta de chocolate preferida?  - dijo el zorro - desde ahora vas a ser mi prisionero y deberás hacer todo lo que te ordene.
 El pollito muerto de miedo y temblando no hizo ningún gesto.
 El zorro muy enojado le ordenó que primero limpiara toda la casa, luego le cocinara otra torta de chocolate con frutillas y cerezas  y,  por último, preparara una sabrosa comida para la cena.
 Mientras cocinaba el pollito lloraba y decia:
 - ¡Extraño a mi mamá! ¡Quiero verla pronto! ¡La extraño! ¡Por qué no le habré hecho caso!-
 Estaba muy distraído y preocupado preparando la comida, no tenia  ganas ni entusiasmo .
 Mientras le sirvía la comida al zorro éste se enojó mucho:
- ¡Esta comida esta llena de plumas! ¡Qué asco! - dijo furioso y con mucho odio.
 Inmediatamente lo encerró en un cuarto y le dijo: - Por haber hecho las cosas tan mal mañana te voy a comer.
El pollito encerrado y muy triste encontró una ventana, la abrió pero con tal mala suerte que la ventana tenía rejas y se dió cuenta que no podría escapar.
 Entonces dicide gritar, gritar bien fuerte tratando de llamar a su mamá - ¡Pio! ¡Pio! ¡Pio!.
 El no sabía que su mamá lo estaba buscando desesperadamente.
 De pronto, la mamá lo escuchó y poniendose muy alegre porque se dio cuenta que su pollito estaba vivo, lo buscó y lo vio en aquella casa asomado por la ventana.
 La mamá corriendo fue en busca de él con tanta alegría que no pensó si había algún peligro. Golpeó la puerta y le dijo al zorro:
-¿Me devolverías a mi hijo?  Lo estuve buscando por muchos días y estoy muy triste por no tenerlo conmigo.
 El zorro,al ver a la mamá tan angustiada, le dijo:
-Su hijo entró a mi casa sin permiso y además se comió toda mi torta de chocolate, pero olvidaré todo eso, e iré en busca de su hijito.
 Al verlo, lo primero que hizo su mamá fue abrazarlo, lo acarició, le dio muchos besos y se sintió feliz.
 Desde ese día el pollito aprendió la lección:  no se debe entrar en casas ajenas.
 El pollito, su mamá y el zorro se hicieron amigos.
 Señor zorro –dijo la mamá- quiero saber si usted me permite hacer una riquísima torta de chocolate.
 Y a partir de aquel día, los tres disfrutaron de una muy sincera amistad.

 

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